Las bombas de racimo consisten en una bomba “contenedor” que al abrirse en el aire dispensa entre decenas y cientos de submuniciones. Son armas de saturación de área, que tienen un efecto indiscriminado pues no distinguen entre los blancos civiles y militares. Esto las hace especialmente peligrosas cuando se usan en los conflictos armados actuales, que se libran en prácticamente todos los casos en zonas habitadas y, en ocasiones, en zonas urbanas. El 98% de sus víctimas son civiles, especialmente niños, que resultan atraídos por sus colores brillantes y sus formas similares a las de un juguete.
Huelva contaminada
¿Qué es para tí el cambio climático?
Huelva mía
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario